domingo, 18 de diciembre de 2011
diario de colón : miércoles veintiseis
Agora tengo ordenado de hacer una torre y fortaleza todo muy bien y una grande cava, no porque crea que aya esto menester por esta gente, pues son desnudos y sin armas y muy cobardes fuera de remedio, mas es razón que se haga esta torre y se esté como se d'estar; y así tendrán tablas para hacer toda la fortaleza d'ellas y mantenimientos de pan y vino para más de un año y simientes para sembrar y la barca de la nao y un calafate y un carpintero y un lombardero y muchos entr'ellos hombres que desean mucho de saber la mina donde se coge el oro. Así que, todo es venido mucho a pelo, para que se faga este comienço. Así que encallar la nao fue ventura determinada por Dios porque dexase allí gente. De todo lo que en la nao avía no se perdió una agujeta ni tabla ni clavo, porque ella quedó sana, salvo que se cortó y rajó algo para salvar la vasija y las mercaderías.
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