sábado, 1 de octubre de 2011
final definitivo para la taberna montes
Todos aquellos que albergábamos una gran o pequeña esperanza en que la taberna de César, en el cuarenta de la calle Lavapiés, se reabriera después de las interminables obras del edificio, más vale que entretengamos nuestro coco en temas más prácticos y llevaderos. Montes nunca volverá a abrir. El dueño del restaurante indio colindante ya está terminando las obras de ampliación en el local que ocupara esta maravillosa taberna de ricos vinos, buenas tapas frías y mejor conversación.
Para mí, como supongo que para muchos otros, es una terrible pérdida. Fundamentalmente por César, amante de ripios, dichos, refranes y piropos a las damas. Gran conversador, dicharachero, era capaz de entretenernos y alegrarnos la mañana más difícil delante de una copa, que llenaba de caldos baratos de buen nivel. Aquí probé mis primeros somontanos en tiempos en que no eran habituales, manchegos escogidos sabiamente, riberas desconocidos y riojas.
Descanse en paz esa época en que, como dice Luis, el tiempo aún era nuestro.
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