preparando el camino

Bueno, es el momento de preparar el cuaderno para el Camino de Santiago. Todos los años preparo un cuaderno pequeño, de bolsillo, para poder dibujar rápidamente en cualquier corta parada. Empieza en la contraportada y se va abriendo de la última a la primera página (como un libro árabe, chino o japonés) ya que el camino siempre va de Este a Oeste. Siempre se empieza por la página de la derecha, y cuando está escrito a dos columnas, se lee antes la de la derecha. Es una pena que no sepa escribir de derecha a izquierda, sería perfecto.
Antes de ir, aquí en casa, dibujo la ruta de cada etapa, en dos dobles páginas, unos quince kilómetros la doble. Dibujo sólo lo esencial: el camino, las carreteras próximas, los ríos, lagos, pantanos, los pueblos y puntos importantes,  y zonas de bosque y cultivos. Para ello, combino las rutas del Camino de Eroski Consumer (este año haremos el Camino Aragonés) con los mapas fotográficos de Google.
Arriba podéis ver la primera etapa, de Somport a Jaca. Esta es la etapa más boscosa. En las siguientes (haremos seis etapas, hasta el Puente de la Reina de Pamplona) dominan los cultivos. Es fundamental para la ruta pues significa sombra o sol. También son importantes los tramos coincidentes con la carretera, pesadísimos por el tráfico y el firme asfáltico.
Sobre esta base, voy dibujando, en ruta, edificios, gente y escenas que marcan la particularidad de mi camino. Cuando no puedo dibujar, hago alguna anotación. Con práctica, se tarda menos en dibujar el perro que escribir que anda suelto y que te ladra.
Al final de la etapa, después de la ducha, la comida y la siesta, dibujo el pueblo o ciudad donde nos hospedamos, en momentos de descanso como en las terrazas de los bares.
El reto de este año es reducir al máximo el contenido de la mochila, para llevar el portátil y hacer una entrada diaria en el blog. Difícil bajar de los siete kilos, luego pesan mucho. Ningún pantalón largo, usar champú de mi hermano cuando la fonda no tenga, a la basura las mudas, lavar calcetines, la botella de medio litro (medio kilo menos), de botiquín sólo parches para ampollas, mínimo equipo de dibujo. El camino te enseña a discernir lo esencial.