martes, 26 de julio de 2011

a pamplona hemos de ir






Los turistas se han traído el reloj de Guirilandia y ya están despertando a la gente bien tempranito. Viajan con reloj y obligaciones. ¡Qué maneras!
El famoso Café Roch no abre hasta las doce, así que desayuno en una pastelería en Sarrasate. Los azucarillos son, en casi todas partes, de plástico. Vamos para atrás, no consolidamos.
Hoy es fiesta y la gente va vestida de domingo. Voy a pasear por los parques para salir del agobio del casco viejo. Veo que son parques nuevos, con árboles no demasiado viejos, colocados con un fin decorativo. Rodeo la Ciudadela: arces, castaños de Indias, pinos, abetos, abedules, plátanos, fresnos, olmos, prunos, aligustres... pero, sobre todo, almezes, un árbol poco usual. Hay muchos árboles pero parece que todo nace de un proyecto, no de una tradición. Después del desastre de la pavimentación de la Plaza del Castillo, parece que sólo han quedado las viejas y preciosas acacias del Rincón del Caballo Blanco y la secuoya del jardín del Palacio de Navarra (impresionante).
Me como una cazuelica de ajo arriero, recordando la de Sangüesa. Éste lleva gambas. Muy rico. Cuando llego al Café Roch (en Comedias), están cerrando. Abrimos a las seis y media.
Café con tarta de manzana (recién hecha, buenísima) en el Café Iruña, que dibujo sin demasiado detalle para no echar el día. Pijos de pelo lamido, forasteros y señoras arregladas de domingo.
Muy agradable la Plazuela de San José, la cara bonita de la Catedral, calle Real, Rincón del Caballo, niñas juegan con niños torpes, rudos, ignorantes. Acacias como templos, curvando sus ramas hacia el cielo como sacerdotisas. Pamplona desde arriba.
A las ocho había un concierto en La Ciudadela, pero no hay nada y nadie sabe nada. Aprovecho para dar un paseo por encima de la muralla como en Lugo. Parejas en el cesped se besan y riñen, se ignoran y lloran. La historia de siempre.
Bajo hasta el Ayuntamiento. Una poli en el cogote y un turista de Logroño me llama artista trashumante. Oigo un saxo. En Mercaderes, un grupo francés toca muy bien. Violín, guitarras, laúd (?) y saxo. Los dibujo y luego ponen sus nombres y firmas: Paulo, Ethiène, Paul, Pierre y Scarole. Me dicen que su grupo se llama Wine dog. Hacen fotos.
Finalmente consigo entrar el Café Roch (fundado en 1898). Me como unos fritos rebozadaos bastante buenos. Los mejores: bacalao, acelgas con almendras y bechamel y el de hongos. Empiezan a cerrar y barrer. mañana lo acabaré.





Veo llegar a los guiris a la pensión. Me siento en la terraza y me pido un café muy muy largo.

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