domingo, 30 de junio de 2019

aquel día

El agua inundaba los surcos con el tintineo de la noria. Su padre yacía empapado boca abajo con las rodillas clavadas en el barro. Pensó que era el momento. Acercó la escalera de madera al tronco del álamo más grande, y subió, paso a paso, apoyando los pies en cada una de las ramas, hasta allí arriba, a lo más alto. Extendió allí sus alas y, agitándolas como había aprendido de los pájaros, se echó a volar.

sábado, 29 de junio de 2019

el niño rojo de goya














A los historiadores les encanta discutir sobre cuándo comenzó la era moderna. He aquí una teoría: la modernidad se inició en 1788 en la forma de tres gatos que acechan en la esquina inferior izquierda del cuadro "Manuel Osorio Manrique de Zúñiga", de Goya , a menudo llamado "Niño Rojo".
A fines de la década de 1780, cuando Goya era el retratista preferido en la corte del rey Carlos III, el poderoso Conde de Altamira le encargó que pintara a su hijo más pequeño, Manuel. Goya eligió representar al niño con un adorable traje rojo, jugando con una urraca como mascota. Si lo miras más de cerca, el sentimentalismo de la escena se endurece rápidamente. Desde las sombras, tres gatos miran hambrientos al pájaro indefenso, listo para saltar.
Como lo vio Goya, la vida moderna era una broma enfermiza, a partes iguales aterradora y absurda: un pájaro siempre a punto de ser devorado. Su trabajo es experto en transmitir un punto de vista inquietantemente de apariencia contemporánea, exponiendo los horrores ocultos a simple vista.


Jackson Arn en Artsy

viernes, 28 de junio de 2019

los viajes de catlin por las naciones indias







George Catlin nació en Wilkes-Barre, Condado de Luzerne, Pennsylvania. Su fascinación por los nativos americanos le vino de su madre, que le contaba historias de la frontera del oeste y cómo fue capturada por una tribu cuando era una niña. Años más tarde, quedó impresionado con un grupo de nativos americanos que llegó a Filadelfia con sus coloridos atuendos. Más tarde se dedicaría a pintar a estos indios y publicar una serie de libros que relatan sus viajes entre los pueblos nativos del norte, centro y sur de América, de 1830 a 1836, desde San Luis.

Su primer viaje lo hizo compañando al general William Clark en una misión diplomática, visitó cincuenta tribus. Dos años después, ascendió el río Missouri más de 3000 km hasta Fort Union, cerca de lo que hoy es la frontera entre Dakota del Norte y Montana, donde pasó varias semanas entre indígenas que aún estaban relativamente al margen de la cultura europea. Visitó dieciocho tribus. Allí produjo los retratos más vívidos y penetrantes de su carrera. Durante viajes posteriores a lo largo del Arkansas, los ríos Rojo y Mississippi, así como las visitas a Florida y los Grandes Lagos, produjo más de 500 pinturas y reunió una importante colección de artefactos. Fue el primer hombre blanco en representar a los indios de las llanuras en su territorio natal. Viajando con representantes de la compañía de pieles, oficiales de caballería y, más tarde, solo en varios viajes al oeste, George Catlin reunió dibujos, bocetos y notas que le permitirían crear una "Galería de indios", una colección de más de 500 pinturas de indios americanos, así como numerosos objetos de uso cotidiano.

En 1839, Catlin llevó su colección a las capitales europeas. Como showman y empresario, inicialmente atrajo multitudes a su Indian Gallery en Londres, Bruselas y París. El crítico francés Charles Baudelaire comentó sobre las pinturas de Catlin: Ha revivido a los orgullosos y libres personajes de estos jefes, tanto de su nobleza como de su virilidad. En 1852 se vio obligado a vender la Galería india original, ahora 607 pinturas, debido a deudas personales. El industrial Joseph Harrison adquirió las pinturas y los artefactos, que almacenó en una fábrica en Filadelfia. El conjunto casi completo de la primera galería india de Catlin, pintado en la década de 1830, ahora forma parte de la colección del Smithsonian American Art Museum.

Museo de Arte Americano Smithsonian

jueves, 27 de junio de 2019

la biblioteca de aurelio suárez




          
                     



Aurelio Suárez (1910-2003), artista gijonense autodidacta, coleccionista de todo cuanto signifique un grado de cultura o espiritualidad y artesano, fue considerado como raro y perturbador. Apasionado individualista, siguió su propia escuela, de la que era fundador y único seguidor. También fue un gran lector de libros, entre los que vivió desde su infancia y fueron formando su gran riqueza cultural, a la vez que sirvieron de refugio en aquel gris Gijón de la España de la posguerra. Aquí mostramos una de sus muchas actividades artísticas: decorar y encuadernar algunos libros de su biblioteca, con ese algo especial de la impronta aureliana, esa luminosidad, el colorido casi festivo y su capacidad para envolver y de algún modo, abducir al visitante. Obras sobre anatomía, biología, geología, geometría, astronomía e incluso sobre música, que el artista llamaba mi piscina intelectual, forman esta colección de libros reciclados, usados como soporte de su pintura (otra forma de cuadernismo), que hoy se la conoce como la Biblioteca de Aurelio, un verdadero tesoro.

Yo creo que los pintores debemos tener cada uno un estilo propio, y el mío es éste: pintar ideas.

aureliosuarez.es
En el Museo de Bellas Artes de Asturias puede verse parte de su obra.