martes, 7 de abril de 2020

aplausos (2)

Nuestra calle es una de las más antiguas del pueblo. Mantiene en pie algunas casas viejas, que en su tiempo estuvieron protegidas, y en las que ya es difícil vivir. Estas casas están alquiladas a un nutrido grupo de senegaleses que trabajan en el campo diariamente, antes y durante el coronavirus. Me imagino el frío que pasarán las noches de invierno entre esos paerones de barro, de tapial, y antiguas ventanas de madera desencajadas.
Las buenas gentes salimos a los balcones o a la puerta de la calle todas las tardes, al caer el sol, a aplaudir a los sanitarios, que están en el frente, haciendo un pasillo a alguien invisible. Entonces llegan ellos de trabajar, llenos de barro y cargados con esos cacharros con los que siembran las cebollas. Cansados y cabizbajos, aun sabiendo que no es para ellos e ignorando si lo merecen, atraviesan el pasillo victorioso de aplausos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario