domingo, 9 de diciembre de 2018

los primeros colonos de américa

Punta encontrada y punta clovis






Se han encontrado dos pequeñas puntas de lanza que ponen en duda todo lo que se daba por sentado sobre la primera colonización del continente americano. Estas armas descubiertas en una zona situada a 65 kilómetros al noroeste de la ciudad de Austin tienen alrededor de 15.500 años, lo que las convierte en las más antiguas que se han encontrado nunca en América del Norte. Esta datación indica que son anteriores a Clovis, que durante décadas ha sido considerada la cultura primigenia que llegó a las Américas. Un equipo liderado por los expertos de la Universidad Texas A&M encontró numerosas puntas de lanza, de aproximadamente entre 7 y 10 centímetros de largo, según acaban de publicar en la revista Science Advances.

"El descubrimiento es significativo porque casi todos los sitios anteriores a Clovis tienen herramientas de piedra, pero aún no se habían encontrado puntas de lanza. Estas puntas se encontraron debajo de una capa con proyectiles de las épocas de Clovis y Folsom (la que siguió a Clovis). El sueño siempre había sido encontrar artefactos de diagnóstico que se pudieran reconocer como más antiguos que Clovis y esto es lo que tenemos en el sitio de Friedkin“, apunta Michael Waters profesor de antropología y director del Centro para el Estudio de los Primeros Americanos en Texas A&M.

De acuerdo con la teoría clásica, el pueblo Clovis cruzó el estrecho de Bering desde Siberia hacia Alaska hace aproximadamente 13.500 años, aprovechando el período en que bajó el nivel de las aguas durante la glaciación. Después se fueron desplazando hacia el sur a través de un corredor libre de hielo al este de las Montañas Rocosas, en la zona oeste de la actual Canadá, a medida que el glaciar retrocedía. ”Los hallazgos amplían nuestra comprensión sobre los primeros habitantes humanos que exploraron y se asentaron en América del Norte. La colonización de esta zona al final de la última Edad de Hielo fue un proceso complejo, como hemos podido ver en el registro genético. Ahora estamos empezando a ver esta complejidad reflejada en el registro arqueológico“, concluye Waters.

La Vanguardia

No hay comentarios:

Publicar un comentario