lunes, 21 de mayo de 2018

petroglifos testigos de la trashumancia




El trasiego de los pastores trashumantes ha dejado sus huellas en las piedras del camino que pueden datarse desde el siglo XV al XVIII, y que ha tenido una continuidad durante los siglos siguientes (como los grabados en las Lagunas de Ruidera o los nombres de pastores en el propio Valle de Alcudia).

En su intento de catalogación, el Doctor Europeo de Arqueología y Director Científico en Global Digital Heritage Víctor Manuel López-Menchero ha llegado a la conclusión de que esta expresión de identidad cultural tiene una marcada simbología cristiana, que los han grabado fundamentalmente pastores y canteros (siempre clases populares) en parajes como cañadas, veredas, pozos abrebaderos, zonas de pasto y canteras. Así la Arqueología da voz a manifestaciones que nunca la tuvieron y ayuda a completar la historia de unos oficios en unos lugares y una época.

El Dr. Víctor Manuel en su ponencia de Mestanza.
La mayoría de los dibujos de arriba son interpretaciones de sus fotos nocturnas con luz lateral y manipulado digital posterior, que utiliza para ver con claridad los trazados. Muchos de ellos son cruces en sus diversas versiones: latinas, patadas, calvarios (con un triángulo en la base), crucetadas, solares (inscritas en un círculo, como algunas pinturas esquemáticas de la zona y el concepto sol en el ideograma chino) o globos crucíferos. Para su datación se ha usado una comparativa con graffiti de iglesias y edificios ya datados y que milagrosamente se han salvado de su extinción.

Víctor Manuel los explica como elementos de protección contra malos espíritus, el diablo, la Santa Compaña, etc. Una forma de encomendarse a Dios y, en algún caso en que la cruz aparece sobre alguna abreviación del Ave María, a la virgen. Tal y como en la cultura popular ha persistido el uso de medallas y escapularios.

También ha catalogado grabados de pies calzados (una tradición romana y que los cristianos usaron en la Iglesia de Quo Vadis a la salida de Roma), alguna herradura junto a una mano y un pie calzado, muy pocos animales y figuras humanas (Pozos de Navarro en Alcázar de San Juan). Muchas inscripciones se hacían en horizontal; en ellas podemos destacar los tableros de juego que usaban los pastores como los alquerques, un juego de fichas, y las cazoletas, huecorrelieves para líquidos (Puertollano).

Grabados en la piedra, testigos de la trashumancia. Arqueología de las mentalidades de un mundo en extinción, ponencia desarrollada por Víctor Manuel López Menchero el 19 de mayo en Mestanza. Los últimos dibujos son interpretaciones de los grabados de finales del siglo XIX encontrados en las Lagunas de Ruidera.


El arqueólogo Rodrigo Garnelo ha clasificado los petroglifos de León, 16 yacimientos arqueológicos por encargo de Patrimonio, en cuatro tipologías diferentes de grabados como son los laberintos, las herraduras, los cruciformes y las cazoletas y canalillos. La mayoría no eran prehistóricos, ni tan siquiera medievales, correspondientes el mayor número a época moderna o contemporánea, precisa Garnelo. En líneas generales, resume, sólo los laberintos de Peña Fadiel parecen ser sin ninguna duda prehistóricos, mientras que los cruciformes –con la posible excepción del Tueiro- y las herraduras pertenecen a época histórica (edades Moderna y Contemporánea) y del resto de conjuntos con cazoletas y canalillos no se puede aportar una adscripción cronológica certera.

Petroglifos de Peña Martín (Lucillo) asociados a firmas de pastores /Ical
En cuanto a las cazoletas -ya sean solas o conectadas mediante canalillos-, como las que fueron halladas en el pueblo de Santa Marina de Torre, en el Bierzo, pudieron ser hechas hace 20 años o hace dos mil. Es un grabado muy sencillo que, si aparecen de forma aislada, es imposible situarlas cronológicamente de una forma concreta, indica Garnelo, que puntualiza que sólo se pueden fechar por su asociación con otros grabados, como es el caso de Peña Fadiel, o por otras referencias, como en aquellos en que los pastores recuerdan que cuando estaban al cuidado del rebaño hacían esos grabados en la roca para entretenerse. Pueden haber sido hechos en muy diferentes épocas, se considera que la mayoría son modernos, pero no se puede saber a ciencia cierta si no están asociados a otras figuras, como en Peña Fadiel con las espirales prehistóricas, o a pastores, que serían ya contemporáneas, insiste. 

Otro de los grabados más frecuentes son los cruciformes, que pueden corresponderse con las llamadas cruces de monte o de calvario o, incluso, confundirse con antropomorfos prehistóricos. En el caso de los petroglifos leoneses, la mayoría se corresponden con la época moderna o contemporánea. Por su parte, las cruces de monte o calvario son un grabado que muestra una cruz encima de un triángulo que simboliza a Jesús crucificado en el monte Gólgota. Es una imagen que se promueve desde el Concilio de Trento en el siglo XV y cuyo uso se generaliza en en la época moderna. Las representaciones de estas cruces se asocian a las firmas de pastores de los siglos XIX y XX, explica el arqueólogo, que alude también a los grabados de herradura como modernos porque generalmente están unidos a los cruciformes, aunque hay investigadores en Galicia que dicen que pueden estar relacionados con la Edad de Bronce

Catálogo de Petroglifos de Rodrigo Garnelo en El Norte de Castilla

Este artículo tiene sentido en cuanto que muchos de los serranos trashumantes que venían al Valle de Alcudia procedían de León y en Mestanza existe algún caso de familias formadas por parejas de ambos lados.


Informé de la existencia de un nuevo yacimiento en Chana formado por cazoletas (huecos redondos) y marcas en forma de herradura, las llamadas "ferraduras" en algunas partes de León. De estos dibujos con forma semicircular se decía popularmente en la zona, como en otros puntos de nuestra geografía, que habían sido hechos por las «herraduras del caballo del apóstol Santiago». En la zona se pensaba que estos petroglifos «los hacían los pastores». Y en algunos casos así era, como puede verse en la imagen de arriba a la derecha. No tienen miles de años como los petroglifos pero también revisten su interés como complemento al gran museo rupestre al aire libre que es Maragatos. Se supone que estas firmas de pastores están hechas a partir de la Edad Moderna, con una caligrafía muy esmerada y curiosa, y de alguna hay hasta fecha: «Benjamín Martínez, 1946». De esta zona se saca piedra para construir y los petroglifos podrían resultar dañados. 

Juan Carlos Campo, arqueólogo aficionado, sobre los petroglifos descubiertos por él mismo en la comarca de Maragatos

Petroglifos en Alcázar de San Juan
Petroglifos en las Lagunas de Ruidera
Petroglifos de La Tinaja
Grabados cruciformes en la Sierra de Lújar

4 comentarios:

  1. Me ha interesado mucho. Le envío enlace de la Revista de Folklore en la que, recientemente, he publicado un artículo sobre la presencia de pastores trashumantes entre los siglos XVII y XIX. Bien pudieron ser de los que realizaban esos petroglifos.
    Saludos.
    Ángel Aponte.

    https://funjdiaz.net/folklore/pdf/rf434.pdf


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    1. Es cierto que hay una estrecha relación. Vilches está cerca de la zona de la que yo hablo. Por aquí también se utiliza el término serrano. Muy interesante y documentado tu artículo. Gracias por el enlace.

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  2. El doctor Victor Manuel López Menchero hizo una exposición amena y muy interesante acerca de los petroglifos.

    Ha escrito un libro acerca de la musealización del patrimonio arqueológico acorde con la idea del uso de las escuelas como museo y centro de interpretación.

    Otra de sus obras, sobre la puesta en valor del patrimonio arqueologico al aire libre es tambien aplicable a Mestanza. La valoración y conservación de las pinturas rupestres o los viejos molinos de agua de nuestro pueblo responden a esta idea.

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