martes, 26 de julio de 2016

la capitulación de sanders

Sanders, después de haber regado y cultivado una corriente Democrática tan profundamente comprometida, en última instancia, sucumbió a la máquina Clintonite. Si se acepta la propuesta de que la política de Estados Unidos no tiene por qué ser eternamente binaria en su carácter. Sanders podría decir que su rival había ganado el proceso de nominación por el Partido Demócrata; pero no era razón para desistir de esa fuerza real en red y crear una fuerza paralela.
En su lugar, Sanders se enfangó profundamente con un respaldo a Clinton: "será el candidato demócrata a la presidencia, y tengo la intención de hacer todo lo posible para asegurar que será el próximo presidente de los Estados Unidos". Una forma comedida de justificar la capitulación en la contienda política es sugerir que la causa es más amplia que los individuos.


Este gesto de abandono es profundo. Los sandernistas y los menos estrechamente asociados con él como una verdadera fuente de cambio habían llegado a una cifra que se disoció de la política como de la personalidad. La realidad es que millones se preparaban para votar por él en noviembre, precisamente porque era Sanders, con sus ideas de la democracia social básica. El enfoque de Clinton de aquí en adelante es una mascarada apropiándose del aura Bernie Sanders, dando la impresión de que el partido se ha movido hacia la izquierda de alguna manera milagrosa, y apoderarse de un alijo de votos para noviembre.

El capítulo Sanders en la historia política de Estados Unidos nos da un recordatorio permanente sobre los candidatos y sus campañas. Tenga cuidado con cualquier lenguaje de cambio que no es más que el lenguaje de la promesa. Tenga en cuenta que la política de Estados Unidos sigue siendo una opción "binaria", una no-elección efectiva financiada por el poder financiero. La mejor manera de Sanders para agradecer a sus partidarios y los votantes individuales hubiera sido representándolos hasta el final. Prefirió arrastrarlos sobre las brasas de la rendición política.

Binoy Kampmark en Dissident Voice


Sanders se comprometió a continuar su "revolución política". Sin embargo, su silencio sobre la trama de la DNC para manchar y destruir su propia campaña dejó alto y claro lo que es realmente su revolución. El discurso de Sanders mostró dónde está el poder real y su compromiso con ese poder. Esto redujo su revolución en mera retórica o en el peor fraude.

La farsa política que tuvo lugar en la convención de Filadelfia mostró que las elecciones en los EEUU es un mecanismo de control para la conversión de los americanos a consentir al poder corporativo. Al igual que sus predecesores, Sanders tuvo que aprender rápidamente el idioma de los jefes. Como Obama que, tras ganar el premio Nobel de la Paz 2009, tuvo que persuadir a la izquierda de que 'la Guerra es paz'. Este doble sentido orwelliano de elevarse la retórica que ha perdido contacto con la realidad ha dado lugar a un vacío moral en Estados Unidos.

Una nueva esperanza está surgiendo. La información proporcionada por Wikileaks ha comenzado a cambiar el equilibrio de poder. Multitudes coreaban "WikiLeaks" fuera de la convención. Banderas y signos de WikiLeaks se levantaron cuando Hillary subió al escenario.

Nozomi Hayase en Dissident Voice

4 comentarios:

  1. Não há capitulação, há sim uma negociação com Hillary. Muitas das reivindicações de Bernie (ex: propinas gratuitas para estudantes universitários) só são possíveis se Hillary ganhar.

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  2. Não há capitulação, há sim uma negociação com Hillary. Muitas das reivindicações de Bernie (ex: propinas gratuitas para estudantes universitários) só são possíveis se Hillary ganhar.

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  3. Clinton representa la guerra del imperialismo, una verdadera fatalidad.

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