miércoles, 14 de octubre de 2015

el caldero mágico de gundestrup






Alrededor del año 500 a.C., los griegos ya se refirieron a los celtas como a un conjunto de pueblos que se extendía por Europa al norte de los Alpes. Para ellos eran gentes extrañas que no participaban de la civilización mediterránea. Durante la invasión romana, amplios territorios como Irlanda y el norte de Escocia no fueron conquistados y conservaron sus costumbres indígenas. Con el término "celtas" se ha designado en los últimos siglos a toda una serie de pueblos dispersos que desarrollaron un arte estilizado único, alejado del mundo clásico. Durante el Renacimiento se redescubrió el mundo celta y unos siglos después fue recreado en la literatura y el arte.

La Caldera de Gundestrup es un artefacto arqueológico en forma de caldera o marmita de plata casi pura (97%), fechada en el siglo primero a.C., hallada en una turbera de Himmerland, Jutlandia, Dinamarca, en 1891, y expuesta como pieza principal en el Museo Nacional de Dinamarca, en Copenague. Además, existen tres copias expuestas en los museos franceses de Dijon, Autun (antigua Bibractis) y Lyon.

El caldero está hecho a base de láminas de plata repujada y se acepta por lo general que fue realizado en el norte de los Balcanes; las escenas representadas tanto en su interior como en el exterior han sido interpretadas de diversas maneras, generalmente situándolas en el universo religioso de los pueblos celtas aunque no sin polémica.

La decoración de la marmita nos muestra dos vertientes diferentes, dos fuentes de inspiración casi incompatibles: por un lado, animales como el león o el delfín, de clara ambientación mediterránea, así como un espectáculo de tauromaquia o taurocatàpsia (captura del toro) o taurobolio representado por triplicado, sin contar el toro acostado del fondo de la caldera. Por otra parte, predominante con diferencia, figuras típicas de las cultura y mitología celta. El dios Karnonos, posteriormente llamado Cernunnos, representado con cuernos de ciervo, aparece una vez con toda seguridad, aguantando una serpiente con la mano izquierda, y otras dos más dudosas. 

Una de las escenas más enigmáticas es aquella en la que un personaje de gran tamaño sumerge en un caldero a un individuo sujetándolo por los pies, en un escenario con dos procesiones en sentido contario de guerreros a pie o a caballo, y en el que otro grupo está haciendo sonar los carnix.

El personaje que lleva a cabo la inmersión veces se ha interpretado como una representación de Teutates al que se ofrendaban prisioneros introduciéndolos por los pies en un caldero. Por otra parte: Estrabón (V II 2,3) relata que los cimbrios de Jutlandia, que estaban fuertemente influenciados por los celtas, tenían la costumbre de arrojar a los prisioneros degollados en un gran caldero de resurrección, bajo el que encendían un fuego (G .López Monteagudo).

En Escitas y osetas George Dumezil refiere una costumbre de un pueblo del Cáucaso recogida por un autor ruso, L. L. Llavrov que puede ayudar a entender la escena: …Nos han contado entre los Chepsuges, que las mujeres llevaban a su hijos a la forja. El herrero los sumergía en la cuba del agua que le servía para templar el hierro, pidiendo a la vez a Tleps, (el dios herrero ) fortificar la salud del niño"

En la mitología celta las calderas mágicas cumplían tres funciones principales, tener, saber o vivir, es decir, caldera de la abundancia, del conocimiento o de la resurrección. Tanto podían dar a comer a un ejército de mil combatientes, como inspirar una sabiduría universal como resucitar unos guerreros muertos, esta última función, representada en una de las escenas de la caldera de Gundestrup.

En cuanto a los calderos milagrosos M. Eliade piensa que su virtud realmente se debe al agua y su cualidad regeneradora (el agua de la vida): …El nombre de la caldera milagrosa de la tradición irlandesa, murias, deriva de muir, el mar. La fuerza mágica reside en el agua; las calderas, pucheros, los cálices, son los recipientes de esa fuerza mágica que muchas veces está simbolizada por un licor divino, ambrosía o “agua viva”; confiere la inmortalidad o la eterna juvnetud, convierten al que los posee en héroe o Dios.…”.

El caldero hereda toda la mitología asociada a los recipientes de todo tipo (piedra, cerámica, cuero, madera, hueso, cáscaras de frutos) en los que la materia se transforma. El caldero es también el lugar en el que, en algunos pueblos, el chamán es cocinado, despedazado y vuelto a nacer, con otro cuerpo, un cuerpo sobre-humano que ha sobrevivido al fuego (Eliade) ; experiencia la que lleno de poder mágico y conocimiento. Esto nos lleva otra vez a la fragua del herrero, un “señor del fuego” -como los chamanes- que en muchos lugares tenían una importante función en las iniciaciones de jóvenes.

Quizá la escena del caldero de Gundesdrup representa a Tleps, ese dios herrero del Caúcaso o a otro semejante, en el momento de introducir en el agua al joven que se inicia como guerrero, lo mismo que el herrero introduce a los niños en la pila de la fragua para dotarlos de vigor, como en un bautizo, un rito de paso.

La costumbre del Cáucaso podría ser una reliquia de esa mitología. La escena podría interpretarse así: la fila de guerreros que se vé en la banda inferior acercándose a pié al posible dios-herrero podrían ser infantes que salen, después de la inmersión, convertidos en caballeros.

Estas interpretaciones salen de diversas fuentes en Internet.


La exposición Celtas: arte e identidad se podrá visitar en el Museo Británico de Londres hasta el 31 de enero de 2016. En ella se expone este famoso caldero.

2 comentarios:

  1. Abrir tu blog es como abrir una caja de sorpresas. Abordas temas variados e insospechados, siempre interesantes. ¿Cómo decides tus post?
    Acabo dd regresar de México y encuentro tu post sobre el Museo Anahuacalli que no conocía (y que no visité).
    Gracias por abrir horizontes.

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  2. Cojo todo aquello que me parece interesante que aparece ante mí. A veces me viene de otro blog y otras persigo un objeto, un cuadro, una tribu, un suceso... he viajado mucho y hay muchas cosas que me interesan de distintas culturas. Una de ellas es indudablemente la mexicana, donde el arte es el pan suyo de cada día. No pongo aquello que pueda interesar, sino lo que a mí me interesa. Y busco la fuente que más se acerque antes de olvidarlo.
    Gracias a ti, los comentarios me ayudan mucho a seguir.

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