jueves, 28 de mayo de 2015

un vecino de lucy

Mandíbula del «Australopithecus deyiremeda». / © YOHANNES HAILE-SELASSIE




El pasado mes de marzo, La revista Science anunció el hallazgo en Etiopía del fragmento fosilizado de una mandíbula del género Homo, de unos 2,8 millones de años de antigüedad, que constituye el fósil más antiguo que puede ser atribuido a nuestro género. Por otro lado, los investigadores afirmaban que la aparición de nuestro género podría estar vinculada a un cambio aparente en el clima que llevó a la aparición de animales propios del campo abierto, al menos en el norte de Etiopía.

La Universitat de Barcelona (UB) ha anunciado hoy un nuevo hallazgo de diversos restos fósiles (mandíbulas inferiores, superiores y una colección de dientes), de entre 3,3 y 3,5 millones de años de antigüedad, procedentes de los yacimientos de Burtele y Waytaleyta, en Woranso-Mille, al noreste de Etiopía, a unos 30 kilómetros de distancia de Hadar, el lugar donde el equipo de Donald Johanson desenterró el esqueleto de Lucy hace cuatro décadas. Estas evidencias fósiles, con unas características únicas, han sido asignadas a una nueva especie de homínido, el Australopithecus deyiremeda, según el equipo investigador, que publica sus resultados en la edición del 28 de mayo de la revista Nature.
Es la evidencia definitiva de que el Australopithecus afarensis [especie a la que pertenece la famosa Lucy] coexistió con otras especies de homínidos y muestra por primera vez que dos fósiles de homínidos diferentes compartían espacio y tiempo en el Plioceno Medio, observa Lluís Gibert, de la UB, El grueso del esmalte dental apunta a un patrón de dieta más rico y variado que en el caso del A. afarensis y probablemente más similar al del género Homo.

Para Yohannes Haile-Selassie, el director del proyecto, las actuales evidencias fósiles del área de estudio de Woranso-Mille muestran claramente que, como mínimo, hay dos especies, sino tres, de ancestros humanos que vivieron en el mismo momento en un área de proximidad geográfica. Esta posible tercera especie, que aún no tiene un taxón asignado, corresponde a los restos fósiles de un pie de homínido datado hace 3,4 millones de años y descubierto por el equipo de Haile-Selassie en el área de Burtele.

Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca, ha dicho que el material que se presenta en Nature es escaso y sólo se refiere a unos pocos dientes y mandíbulas. Por muy diferentes que puedan ser de otros australopitecos, me gustaría saber cómo se las arreglaban tantas especies de homínidos en el mismo territorio. Es necesario demostrar que sus respectivos nichos ecológicos (su rol en el ecosistema) no entraban en conflicto. Para ello se precisa conocer muy bien los hábitos alimenticios, comportamiento, diurnos vs. nocturnos, etc., como es habitual cuando se nombran especies de primates actuales.

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