lunes, 30 de abril de 2012

último día en menorca


Amanece nublado. En la tele sale esa chica desnuda en un barco. Pienso en las veces que las cosas coinciden. En el complot de la vida según Clowes. Hago una lista de las cosas que me han gustado, sé que se me escapan ciertas sensaciones. Ha sido un viaje relajante y tranquilo, pero con muchas cosas vistas, sin momentos aburridos. Lo peor es que hay que moverse en coche y que el mercado es caro. Es una isla cara. Lleno el coche, de Juanita, de gasofa. Nos despedimos de Joan, que ya tiene puestas las pilas esperando, hoy mismo, nuevas visitas. Nos abrazamos. Se nos cae alguna lágrima. De mayor, quiero ser como él.
Esperamos el bus de Maó en la terraza de un bar, con un café con leche. En la estación de Maó cogemos el microbús nº10. 
Es un aeropuerto muy familiar. Los abuelos se toman los bocatas que se trajeron. Nosotros nos comemos dos bocatas de coixot. De golpe, esto se llena de abuelos del Imserso de Zaragoza.
- ¿A qué vienen estos trotes? se pregunta una.

último día de feria, sevilla 1932


Una vuelta por la feria del ganado, Anne querría un potro, pero nuestra situación aquí no es estable. Ella se deja impresionar fácilmente con tantos y tan hermosos caballos y jinetes. Bueno, mejor que Karl nadie para valorar. Nos llevan a la corrida de toros. Me parece todo primitivo, arcaico, mitológico. Chicuelo se acerca y tira ese extraño gorro. Creo que habrá algo interesante después del apagón.

domingo, 29 de abril de 2012

el hospital del rey


El embarcadero de la Isla del Hospital del Rey está lleno. La burguesía se ha adueñado de la isla y vienen de paseo con los amigos. Médicos y abogados se saludan correctamente y a Joan no le hacen caso. Alguien dice que Matas está comprometido, está todo en marcha, con una amiga, que es de aquí, del ministro de Madrid, que es quien tiene que soltar la pasta
Fue el hospital inglés más importante fuera de su país, llegó a tener 1200 camas. Con Fraga se proyectó como parador, nunca se llegó a a hacer. Bajo dominio español siguió siendo hospital militar hasta la Guerra de la Independencia, luego se alquiló para ganado. Después volvió a ser hospital militar de Menorca hasta 1964. Hasta este año, vivió aquí Sor Mater, la superiora de las hijas de la Caridad, guapísima, que tenía enamorados a todos.
En 1835 hubo soldados norteamericanos enfermos de cólera. En 1841, los franceses fueron expulsados del hospital. En 1943, tras el hundimiento del Roma por un misil radiodirigido alemán, acogió a 300 heridos y quemados italianos de las unidades que se salvaron y llegaron hasta el puerto de Maó. En 1966, se excavó la basílica, había 20 esqueletos de soldados españoles del XVIII. En 2004, un grupo de voluntarios deciden luchar contra su abandono creando La Associació d'Amics.
Vemos las salas, las cocinas, la lavandería. En la sala donde estuvieron los quemados del Roma, una señora rompe a llorar. Su padre fue uno de ellos y murió aquí. Su reconstrucción la pagará la Asociación de Italianos en Menorca.
Es una iniciativa que empezó desde abajo, con trabajo duro de limpieza. Al final se lo llevan los cuatro ricos. Es el caso del Claustro de San Francisco de Alaior que, después de la Desamortización, se entregó como vivienda a la gente humilde. Ahora el Ayuntamiento ha recibido muchos millones de euros para convertirlo otra vez en un claustro, para regocijo de turistas que sepan torear a la estúpida recepcionista de la Casa Consistorial.
Invitamos a comer a Juanita y Joan en Cas Ferrer, una antigua herrería que mantiene algunos elementos como el hogar y el fuelle. Es muy acogedor, se está muy a gusto y se come muy bien (unos 40 euros la persona). Joan se enrolla con el camarero, pues trabajó con su padre hace 60 años. Luego cae una pomada graniçat riquísima (gin con granizado de limón).
Como despedida, vamos al bar Peri de Migjor Gran, de gratos recuerdos. Lo dibujo. Luego vamos a  la playa de Binigaus. La luz del sol que se pone llena todo de brillos naranjas.

sábado, 28 de abril de 2012

sevilla 1932 : el alcázar












Paseamos toda la mañana por el Alcázar. Nos invitan a comer en casa de FR, con noticias frescas de Roma. Me hago cargo del primero de mayo. Tendré que ir a Lisboa.  Está todo a punto. Juan ha contactado con GC. Sin problemas. Trae unas entradas para la corrida de mañana. Velada con el Corruco y Sabicas. Anne lo encuentra interesante. A veces, le temo.

urgencias y el museo de la isla


Amanece lloviendo. Hago una lista de museos contra la lluvia, de Maó y Sant Lluis. Me molesta mucho el espolón. Vamos a urgencias del hospital antiguo. Hay una sala de gente esperando. Dibujo a algunos de ellos: la abuela Elisa, Daniel Dufant, Ana Riera. Cuando salgo a fumarme un cigarro al jardín, veo un grupo de señales curiosas.Todas indican a la izquierda: sentido de circulación obligatorio, la salida y el mortuori. Hay subidas de tensión, una mamá joven llorando por su bebé, nietos con las abuelas y algún padre despotricando por el móvil. Mi caso no es urgente, me dejan el porra.
Portal de San Roc, con su perro, su rabo y Santiago encima. Bonita la parroquia de Sant Francesc d'Assis.
En el Museu de Menorca muchos restos de interés de la necrópolis de Calas Coves. Cerámica talayótica entre la que vemos un botijo. El torillo de bronce y la cabeza de la Taula de Torralba, los amuletos púnicos, las gallinas dibujadas en los platos. A la salida, dibujo la Iglesia de San Francisco. Ya no llueve.

viernes, 27 de abril de 2012

viaje a españa en 1932, sevilla en ferias

Barco de Bakumar
Con Karl y señora

Tripulación
En la costa de Sanlúcar
Puerto de Sevilla
El Guadalquivir muy  crecido
Carta postal de la naviera Baquera, Kusche y Martín S.A.
Han recibido la carta de Hamburgo
Calles de Sevilla
El río ha inundado las calles adyacentes
Después de un viaje placentero, encuentro una ciudad llena de enemigos. Hay huelgas y manifestaciones por las calles, también en la Universidad. Esta Semana Santa fue de escándalo. La hermandades están controladas. Coinciden con GR y el arzobispo respecto a Ramón Franco. Me consta que los anuncios de la naviera han sido leídos. Hoy cenamos con el general SJ. Agosto me parece muy precipitado. El alcalde no habla más que de su línea del tranvía, entre sus dos mujeres y un irlandés excéntrico, loco por el football, recién llegado de Oviedo. Insistimos sobre el autor del disparo a la imagen de la Virgen, pero no ha bebido demasiado.

la mola y las glosas del joan

Joan conoció a Lluis El General en su cueva de Binigaus, como a casi todos sus amigos. Como aquella rubia despampanante, casada con un rico celoso, que trabajaba de camarera (cosa que nadie entendía) y murió de sobredosis (foto de Joan con ella).
Llegamos temprano a La Mola. Nos sablean en la entrada. Nos marean en un audiovisual que parece realizado por el rumano Valerio Lazarov. Parapetos, galerías, polvorines, cañones que lanzan la munición en espiral. La cárcel que funcionó hasta 1970. Ese lugar siniestro donde fusilaban tras la guerra. El último disparo de sus cañones se hizo en 1991.
Comemos en la terraza flotante del restaurante Minerva de Maó. La comida es muy amena:

La hija de Mascaró es una artista, maneja las manos de maravilla. No le van los negocios. Es muy buena. Su madre le dice que la engañarán. 
Hace unas esculturas preciosas de una pasta especial que me gustaría saber fabricar. Un día se le cayó y se rompió una escultura que había hecho a tamaño natural. Estaba tirada en el jardín, cuando pasaron por el chalet dos vecinos de Sant Lluis. Entonces fueron corriendo al Ayuntamiento para a visar de que había un hombre muerto en el jardín de los Mascaró. La policía municipal se personó con celeridad. Sólo encontraron una estatua rota.

Mi padre hacía glosas de la mili. En una ocasión, en misa, iba pasando unas cartas en vez de seguir el misal. Por esta razón el sargento lo arrestó. 
-No puede seguirse la misa con las cartas, dijo. 
-Claro que se puede, mira: ésta significa tal y ésta cual.
-Y esa, ¿por qué te la has dejado?
-Mi sargento, esa es la sota de oros. Significa que un sargento me ha de arrestar.
Aún recuerdo a mi padre contando esta glosa en verso (una lágrima resbala).

Antes me fumaba dos paquetes de Ducados y un puro diarios. Cuanto más fumaba, más nervioso me ponía y más fumaba. ¡Es un desastre!

Joan va al lavabo. Pido la cuenta. El camarero me dice que está pagada. Le digo que me ha traicionado, habíamos quedado en que yo pagaba. Tú has pagado la entrada de La Mola y la guía, dice. Odio el más mínimo asomo de gorronería. Nos vamos a la siesta. En internet, Moisés sigue exigiendo. Vamos huyendo a Ciudadela por la ronda para salir al otro lado del puerto. En la terraza del Café Balear se está bien, lejos de las preocupaciones.