lunes, 31 de diciembre de 2012

un pueblo para el final del año




Amanecemos en Cala Millor, frente a las palmeras, la playa, el mar. Desayunamos en la espera para entrar en las cuevas de Artá. Llega la guardia civil preguntando por dos señores en un coche negro, las manos en las armas. Marroquíes, hablaban francés, han abandonado este coche y han bajado por el cortado. Impresionantes las cuevas con salas de hasta 40 metros de altura. Casi un kilómetro y medio entre estalactitas, estalagmitas y columnas (la unión de ambas) alucinantes. Lo peor es hay humo negro por el paso del hombre. Al salir, la guardia civil sigue buscando.

Paramos en Albufera y Port d'Alcúdia. L'Alcúdia nos gusta. Es una ciudad medieval rodeada de murallas (terminadas de construir en 1363) con una ciudad romana extramuros. Paseamos por sus calles tranquilas, su iglesia gótica y sus callejuelas de piedra con casas antiguas. Restaurantes en los patios. En la puerta de los dos torreones, nos sentamos en una terraza al sol. Se está en la gloria. Alguien bebido habla fuerte en el interior. No tengo mujer, pero tengo una hermana ¡que me da miedo! dice con la voz cascada mientras dibujo las torres. Este sitio nos gusta, reservamos una habitación en un hostal que hay en la plaza, junto a un café y detrás del escenario que hay preparado para la fiesta de Nochevieja. El chaval nos avisa de que habrá fiesta hasta las siete de la mañana debajo de nuestra ventana.
Seguimos nuestra visita. Descansamos en un patio al sol del restaurante El Arca de Peter. Cae una ensalada con sobrasada caliente, solomillo con foie y carpaccio de ternera, regados con cerveza y vino. El solomillo lleva una salsa riquísima con manzana, foie y patatas.

Pollença está muy cuidada. En el casino (el Club de Pollença) hago fotos a los abueletes en esos sillones tan bonitos. Estamos en la falda de La Tramuntana y se ven los picos por encima de las casas. Aquí también se prepara la fiesta de esta noche, han puesto una carpa. Niños rubios alemanes hacen pompas de jabón. De camino vemos miles de ovejas, hacia la península de Formentor por una carretera alucinante que serpentea las montañas. Preciosas todas esas rocas entrando en el mar. Girando y girando, y subiendo y bajando, llegamos al faro, que ya está encendido. Hace tanto viento que Beni decide quedarse en el coche. Chivos con largas barbas rojas.

A la vuelta vemos la Bahía de Port Pollença. El tiempo ha hecho bonito el paseo marítimo de piedras irregulares con pinos gigantes y tarayes antiguos. Casitas de piedra con puertas arcadas. Compramos algo de cena y uvas. Tomamos un café en un chino abierto y paseamos solos por este hermoso pueblo. Las casas vacías, la mar calma, los enormes pinos.

Orillamos la gran bahía que da esa forma tan característica al nordeste de la isla. Rodeamos la muralla de L'Alcúdia hasta la ciudad romana. Carrer Major. Luces en el consistorio. Empezamos a recibir felicitaciones. Cenamos sencillo. La tele está insoportable. Los socialistas se adueñan de la movida madrileña y luego salen dos humoristas patéticos llamados Cruz y Raya. Salimos a la plaza a beber entre el ruido y la alegría. Hasta que descubrimos que el camino de la cama es el mejor camino.

domingo, 30 de diciembre de 2012

por la costa mallorquina



Comemos sobrasada, frutas y ensaimada en el desayuno del hotel. Vamos al Castell de Bellver, del siglo XIV, que se conserva perfectamente. Castillo alrededor de un patio circular en el que flipas porque la fachada se repite y uno no sabe donde está. Se sube hasta el tejado con estupendas vistas. El museo no es nada especial pero mola visitar las habitaciones con grandes chimeneas.

La Fundación Pilar y Joan Miró tiene el magnífico taller que hizo a Miró su amigo arquitecto Sert, Son Boter. Es un precioso espacio diáfano con luz indirecta y ese tufillo creativo y artesano cojorancio de las vanguardias de principios del siglo XX. En 1992 Moneo hace el edificio de la Fundación, que no llega a la altura del de Sert, pero al menos no lo destroza.

Santanyí es un pueblo lleno de galerías de arte. En el cementerio vemos avestruces en las cruces y muchos apellidos Vidal. Tomamos un café en la terraza del Bar La Cala, cuyo logo es una ballena, en Cala Figuera. Nos comemos los bocatas del hotel y hago un dibujo desganado. Se está en la gloria con este sol, hasta que llega una cuchipandi de superpijos y decidimos andar los caminos de la costa del Parque Natural de Mondragó. Acantilados con pinos y lentiscos, casas de las que bajan escaleras de piedra. Cuevas de roca roja. Un poco vértigo la altura. Cas Concos, Felanitx, Petra. Todas las habitaciones ocupadas, incluso la mía, dice la dueña, id a Manacor y si no a Porto Cristo. Este tiene un hermoso puerto y allí el hotel Felip, lleno. Pasado el puente de la bahía no hay nada para dormir. Acabamos en el Mercedes, donde nos dan un apartamento bonito y caliente por 51 euros. Cenamos conejo en salsa de marisco y caminamos por el paseo marítimo. La marea está alta y la franja de arena muy reducida. El sonido de las olas nos relaja. Pensamos en el frío que deben estar pasando en el pueblo. La habitación está caliente. En la tele, Bogart y Edward G. Robinson llevan camisas blancas y pantalones con el cinto sobre la barriga. La Bacall está realmente hermosa.

fiesta amigos de las cármenes


Otra noche típica de Navidad, cena y fiesta organizadas por las Cármenes. Cena fatua con más continentes que contenido, con más ruido que chicha. Por aquí preferimos la buena cocina tradicional y se habla del mal que ha hecho la nueva cocina, esta estafa de buen aspecto (Del aspecto no me quejo, decía mi abuela cuando le decían que lo tenía bueno aunque se quejase de algún dolor o enfermedad). Mucha alegría de ver caras conocidas y poder hablar con gente desconocida. Yo llevé mi cuaderno de bolsillo y me puse a disparar como loco entre refresquitos hasta que, aprovechados hasta los más nimios huecos, lo terminé. Arriba algunas páginas.

sábado, 29 de diciembre de 2012

de noche



La noche vuelve a plagarse en estos días de fiesta. Los estudiantes vuelven y, ya se sabe, quieren divertirse. Aprovecho para aumentar mi colección de personajes bolañegos.

En el dibujo:  El solitario, Cris, Miriam la estudiante de Bellas Artes, Zequi, la llamada por su nombre, María José, Ester, Cristina y la cabeza de Beatriz.

viaje a mallorca en 2006


Viajamos en Air Berlín, un avión nuevecito, una hora. Apenas si cabemos en los asientos. Despierto sobre una cadena de montañas como papel arrugado. Luego agua.
Hotel caro. Poca gente por las calles. Cogemos el 6 hasta San Nicolás, cerrado. Edificios modernistas de 1911. Café y cigarro en el pequeño y agradable Café Savoy. La Catedral es robusta como una fortaleza de gruesos y abundantes contrafuertes. El Museo de las Muñecas no es más que una argentina con una colección de Muñequitas Pérez, juguetes de latón de ediciones actuales y mucha morralla. Los Baños Árabes es un pequeño espacio de cúpula semicircular y doce columnas, puerta con arco de herradura y pequeño jardín muy agradable con palmeras, cactus y limoneros.

Empieza a refrescar, pero las terrazas se mantienen. Visitamos el Convento de Santa Clara, de monjas de clausura y torre como un minarete, con aguja central a lo francés. Toca un grupo en la plaza, fandangos mallorquines y otras coplas típicas. Bailan y tocan las castañuelas, jóvenes y viejos. Paseamos por la calle peatonal de San Miguel. Tiendas de ropa cara y joyerías. En una pastelería antigua comemos una empanada de pimientos rojos riquísima, mientras oímos un dúo de cuerda que toca en la esquina. En la Iglesia de San Miguel cantan a capella espirituales negros. Uno del grupo explica su sentido de una forma rápida: Antes los negros tenían la tierra y los blancos la biblia, más tarde los blancos nos quitaron la tierra y nos dejaron la biblia.

Luego aparecen un saxofonista y un pianista sobre un escenario, buenos. Esto está entretenido. Allí nos quedamos hasta que las tripas demandan. Las callamos en un japo de esos en que los platos hechos pasan por delante de tus narices. Sopa de misho, makis, sashimi de salmón, ancas de rana caramelizadas, sushi, mucha fruta y helados, y vasitos de sake caliente a los que graciosamente llaman chupitos. Ya en el hotel, encendemos la calefa y le doy color al dibujo mientras Beni ve los cotilleos de la tele.

viernes, 28 de diciembre de 2012

calatrava cerrada




Ya no puede visitarse la antigua ciudad islámica Qal'at Rabah (fortaleza de Rabah), la más septentrional del imperio almohade, junto al río Guadiana, del que bebía sus aguas, y paso obligado en el camino de Córdoba a Toledo. La Junta, que había apostado por los yacimientos arqueológicos de Alarcos (ciudad ibérica, castillo y muralla medieval) y Calatrava la Vieja, ha despedido a sus empleados, ha desmontado sus exposiciones y estudia pasar su explotación turística a manos privadas. Mientras se hace, todo permanece cerrado.

La primera vez que visité lo que se llamó Castillo de Calatrava la Vieja no era más que un cerro con unas cuantas ruinas irreconocibles. De la limpia meticulosa por arqueólogos y voluntarios de aquel cerro salieron un hermoso alcázar almohade, con un magnífico arco triunfal de acceso, el aljibe y la sala de recepciones, y el recinto amurallado con las iglesias templaria y de la Orden de Calatrava.

Puerta del Alcázar con su Arco Triunfal
Los monjes soldados de la Orden la abandonaron en el siglo XIII, al ampliar sus dominios, trasladándose a la impresionante fortaleza convento de Calatrava la Nueva, en el actual término municipal de Aldea del Rey. Finalmente lo abandonarían de mala manera, como cuenta Chueca: al dejar Calatrava, los mismos religiosos arrancaron sus puertas, desmantelaron gran parte de sus techos y destrozaron cuanto hallaron a las manos. Las malas pasiones, largo tiempo reprimidas, estallaron con furia cruel e inusitada y el pensamiento que agitaba sus volcánicas cabezas movía con furia sus brazos, era el arruinarle para siempre. Ya el terremoto de 1755 había causado graves daños en el castillo y a principios del siglo XIX se decide su traslado definitivo a Almagro. En 1803 se trasladó a la nueva sede de Almagro la Cajonería del Archivo y la Librería y sus estantenterías.

En los dibujos que hice en mi última visita pueden verse unas reconstrucciones de casas de la Medina, la coracha para la recogida del agua del Guadiana, la entrada a la Medina, la puerta del Alcázar con su Arco Triunfal, la sala de audiencias del siglo XI, de doscientos diez metros cuadrados, y el ábside de la iglesia calatrava. Realizados con los mayores admiración y asombro por el trabajo realizado en un montón de piedras.

Calatrava a vista de dron

jueves, 27 de diciembre de 2012

caninos


El ogro, la bestia, el monstruo, el frio, la noche, la niebla, la oscura sombra. Siempre de largos caninos.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

dos teterías

Hayati. Calle Ave María, Lavapiés, Madrid
Al Zahra. Calle de las Tiendas. Ronda

martes, 25 de diciembre de 2012

embutidos milaneses

De mi aprendizaje del italiano en mi estancia en Milán, en 1992.

lunes, 24 de diciembre de 2012

cigarrillos de cuba




Fumar es una vieja palabra castellana que significaba echar humo, y eso ya lo hacían los cubanos taínos cuando llegó Colón, pero inhalándolo de una hoguera. El cigarrillo es un invento francés de los años 1700, al que llamaron cigarrete. Su consumo se hizo extensivo en el siglo XX. En Cuba los fumaban por igual hombres y mujeres (no así los puros). Antes de la Revolución se fumaban nacionales y norteamericanos. Los de picadura rubia de cigarreras norteamericanas, la llamada suave, los fumaban muchas mujeres; los más populares eran los fuertes, de picadura negra. El gobierno revolucionario eliminó las marcas extranjeras en un principio y a mediados de los 60  se inventa nuevas como Populares, Aromas, Vegueros, Dorados, Ligeros... dejando sólo aquellas cubanas que también hacían puros como Partagás o H. Upmann. El más popular era el que llevaba ese nombre. Se fabricaba también con filtro, pero la mayoría de la población prefería fumar sin filtro, quitando la boquilla a los con si llegaban a sus bocas. Al Vegueros, más fuerte, se le llamó tubo fluorescente.
Durante los periodos difíciles, cada vez más difíciles, han ido perdiendo calidad y se han racionado, es decir: hay una cuota mensual más corta para cigarrillos fuertes, suaves, tabaco y fósforos.

Estas cajetillas son algunos ejemplos de las marcas que existían en mi último viaje a la isla, en 2004 (en realidad prefería fumar puros Montecristo). Y aquí abajo algunas del pasado:


sábado, 22 de diciembre de 2012

de cementerios en la habana



Para el viajero que pasea por La Habana es un descanso visitar el remanso de paz de Colón y su adyacente Cementerio Chino. En el primero puede deleitarse con su aparatoso coche fúnebre. En el segundo, descubrir las pequeñas cajas donde descansan los restos de los chinos habaneros y, también sus curiosos nombres, mezcla de culturas.

Rafael Muy, Luis Chang Lima, Jesús Ching, Miguel Chang, Manuel Eng Fenz, Antonio Tang, Dámaso Lon Won, Francisco Bu, Alan Chang, Alfonso Lam, Alfredo Bu Long, Manuel Chang Shong, Alberto Botuey, Antonio Eng, Wo Huey Lee, Lourdes Lock, Rocío Lao, Lui Chao, Manuela Luan Lay, Antonio Chang, Ángel Hung, Ángel Chui Wong, Enrique Lee Wong, Alfredo Xi Chang, Wong Weng Sun, Roberto Luis Chino Pino, José Ly Ly, Manuel Cano, Eladio Chung Chin, José Li, Alejandro Sing, Alfredo Lee Lang, José Lau Lau, Diana Choy.

viernes, 21 de diciembre de 2012

llamadores de oporto


Algunos llamadores de puertas con los que me topé en Oporto. Estos dibujos son de mi cuaderno de viaje de mayo de 2009.